lunes, 15 de febrero de 2016

TENER OFICINA ME HACE MÁS LÍDER??


La Oficina dota de estatus, pero para algunas compañías es un vestigio del pasado. Por lo que mi punto de vista es que la oficina debe ser de blindex y de preferencia con la puerta de abierta como un mensaje al personal de que como jefe estas disponible para escuchar sus ideas.
Son testigos de importantes decisiones, confidencias y de alguna que otra reprimenda. Las oficinas y los directivos son todo uno, o al menos así era antes, porque cada vez son más las compañías que los consideran vestigios del pasado. Entonces la pregunta que queda en la estratosfera de la oficina es: ¿Tener Oficina Privada me hace más líder?.
"En absoluto, y de hecho, hay que huir de las barreras arquitectónicas que configuran los despachos", asegura Eusebio Caballero, director general en Caballero.
"Te aporta seguridad y estatus, pero el poder puede aislar", avisa Ceferí Soler, profesor de Esade. Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE, matiza: "La oficina es el producto de haber llegado a un determinado puesto, pero cuidado porque está asociado a tu cargo, no es tuyo".
La respuesta cambia en función de distintas variables como la edad del directivo, el sector de la compañía, la infraestructura... "A veces eres prisionero del edificio", dice Álvarez de Mon.
En compañías como Tuenti, HP o Kellogg los altos ejecutivos no tienen Oficina privada. El objetivo es potenciar los espacios abiertos, el trabajo en equipo y la horizontalidad. "Las compañías deben generar nuevos espacios multifuncionales donde un directivo pueda plantear una reunión con su equipo, posteriormente mantener una videoconferencia o reflexionar sobre las decisiones a tomar, para acto seguido volver a su espacio de trabajo integrado con el equipo", asevera Caballero. Soler defiende que siempre debe existir una sala para conversaciones más privadas y para tomar decisiones difíciles.

La horizontalidad se plantea para algunos como el elixir de la productividad, aunque no todos los expertos lo valoran igual: "La productividad aumenta cuando se facilita el trabajo en equipo, aunque el hecho de que un jefe use despacho no tiene por qué afectar al rendimiento. Lo importante es no usarlo para blindarse, sino para que proteger programas o proyectos de la empresa", según Jose Horacio Diaz Segovia.

Cuando jefe y empleado trabajan en la misma mesa surgen otros conflictos. ¿Puede cohibir a los empleados tener al jefe al lado? "No tiene por qué. Dependerá de cómo sean unos y otros. Lo importante es crear un clima de madurez y confianza que favorezca el trabajo en equipo", dice Álvarez de Mon. El profesor también señala que todavía hay egos narcisistas que compiten por un despacho. «Lo malo es que alrededor de él pueden afloran muchos pecados».
Dígame cómo es su oficina y le diré cómo es su vida dice Marcos de Quinto. El presidente de Coca-Cola en España y Portugal asegura que, tener la puerta abierta es una muestra de que trabajas. "Si está cerrada, se piensa que esa persona está sin hacer nada y perdiendo el tiempo".
Carina Szpilka. "Mi oficina refleja mi carácter accesible", asegura la directora general de ING Directo en España. Szpilka apuesta por las oficinas tipo pecera "que transmiten transparencia" y apuesta por el olor a gardenia: "Me relaja y me pone de buen humor".
Carlos Cabrera. El presidente de la agencia de publicitaria tiene claro que "la oficina es el espejo de uno mismo". Por ello defiende que haya objetos personales que le den calidez. "Tiene que ser un lugar vivaz e intenso".

José Taboada. Asegura que para trabajar prefiere espacios limpios y despejados: "Me gustan mucho porque favorecen el trato y la cercanía". También aboga por no tener demasiados objetos personales.
En conclusión, la tendencia va a quitar espacios de privacidad en las oficinas, no solo por trasparencia sino como una manera de generar que los subalternos puedan tranquilamente trasmitir una idea sin el suplicio de tener que entrar a la oficina del jefe en el quinto piso...

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